24 nov 2015

Destino: Una broma macabra

"El destino es un par de dados cargados".- Hank Strugges


Reclamo una audiencia pública. Quiero ver de frente al culpable, al envidioso asesino de sueños y esperanzas, que ha robado.

Exijo un careo, frente a frente con el inexistente que ha jugado mal. Quiero tenerlo de cerca para mentarle la madre, quiero verle los ojos a ese hijo de puta, estafador y embustero, quien una vez más, se ha salido con la suya.

Solicito respuestas de quien con saña doblegó al orgullo y a la vanidad, rompió la cotidianeidad y el confort de quienes confiaron en él.

¿De qué sirven las buenas acciones, los buenos modales o las buenas conciencias? ¿Por qué poner a prueba a los que aman? ¿Por qué despedir a la felicidad y a la dicha, para traer a la mesa a la envidia y a la avaricia?, pregunto y exijo una respuesta.

¿Cómo me piden creer si me ha golpeado con el látigo de su desprecio?

Me dicen que tenga fe. Pero no puedo evitar llorar en silencio, tragarme el orgullo y poner en duda su existencia, de aquel quien dice saberlo todo y del quien cree que todo lo puede.

Me preguntan que si tengo miedo. No tengo respuesta.

Hoy, culpo al envidioso destino que me quita el sueño.

Hoy, el destino ha jugado una broma macabra, ha cargado los dados en mi contra.

Mañana... será mi turno.