13 jun 2011

Síndrome de la hoja en blanco

Pocos dirán que no existe, pero muchos más lo han sufrido. ¿Es una enfermedad?, algunos lo llamarían síndrome, pero más que eso, es un terrible monstruo que sale de lo más profundo de la oscuridad para golpearte por las noches, para robarte lo único que te queda, tu capacidad de crear.

Como una bruja malvada sacada de cualquier cuento de hadas, es un ser tan malicioso que se alimenta de tus ideas, tus miedos y fracasos; que roba tus palabras, que arranca tu razón para creer, para anhelar, para volver a querer.

Ese ser que te conduce por un camino interminable de locura inexplicable, un círculo vicioso de odio y de rencor, de envidia y depresión.

Este síndrome, este maldito síndrome que llegó cuando te fuiste, ese demonio mítico que robó mi felicidad, y mi capacidad de amar.

Desearía nunca haberla conocido, para no tener que enfrentarme a esta terrible criatura que día con día se empeña en amenazarme con su amargura y su desdicha, que ataca como puede, donde más duele.

Este síndrome, tan sólo me ha convertido en un esclavo de mis sentimientos que impiden el libre tránsito de palabras e ideas que formaban versos equiparables con el arte, que me hace denigrar mis pensamientos y sueños, que se acabaron y quedaron en el olvido, que me roban mi felicidad, que ahora sólo me producen esa falta de inspiración y ganas de crear, que no hace más anhelar lo que fue, lo que sería y lo que ya no es.

Con envidia y rencor, maldigo aquellos que deambulan con corazón y sangre fría, que no han tenido el placer de conocer a este monstruo, que son capaces de aceptar los placeres de la vida, sin nostalgia ni agonía.

Este síndrome que me dejó ciego y convirtió mis más puros y bellos recuerdos en una muerte dolorosa y silenciosa.

Este síndrome que vive en el barrio de la melancolía, que no va ni viene de ninguna parte, que se acuesta con nostalgia, se viste de princesa, y se llama soledad.

11 abr 2011

Zapatos nuevos o zapatos viejos, esa es la cuestión…

Si bien todos hemos pasado por una situación similar ¿Cómo deshacerte de tus zapatos viejos?


Resulta que encontré unos zapatos en una tienda… y me gustan, son buenos, bonitos y baratos, tengo el dinero para comprarlos, están cómodos, me los he probado, se ven bien, combinan con mi ropa, y aunque nunca he caminado con ellos, se que serán uno zapatos muy confortables.

Pero… Cuando estoy a punto de pagar por ellos, recuerdo mis zapatos viejos y me arrepiento.

Mis zapatos viejos… no los quiero tirar, aunque tienen agujeros, los aprecio de verdad (Gloria Trevi)… Me siguen gustando, aunque están un poco deslavados y sucios, necesitan plantillas, agujetas nuevas, y quizá la suela está desgastada, son de esos zapatos que por más que los use, me siento bien con ellos, y aunque no combinen con cualquier cosa, caminé por muchos lugares que con ningunos zapatos podría volver a caminar.

A pesar de que Gloria Trevi me cae “requetemal” debo confesar que su canción es pegajosa…

Bueno y… ¿Qué paso con los zapatos viejos?, pues como los usaba a diario, se acabaron.

Hace tiempo que no me los pongo, la última vez que caminé con ellos, me lastimaron los pies y desde entonces ando descalzo.

Desde un punto de vista iluso podría llevarlos con un zapatero para que los arregle y volver a caminar con ellos, o definitivamente… Tirarlos, pero no sé cómo, y es que nunca imaginé que los tendría que tirar…

Por otra parte, los zapatos nuevos ya se hartaron de que no los compre, el precio ha incrementado y pronto alguien más los comprará, inclusive los zapatos nuevos me dijeron que no puedo comprar zapatos hasta que no tire los viejos, y se molestaron pues aseguran que prefiero a los zapatos viejos por miedo al cambio.

Finalmente, como de costumbre, sin llegar a una conclusión, aun no puedo comprar zapatos nuevos porque sigo queriendo mis zapatos viejos… y aunque ya no uso los zapatos viejos, no me atrevo a tirarlos porque se, perfectamente que si los tiro jamás me los volveré a poner…

Ojala todo fuera tan fácil como comprar zapatos…

21 feb 2011

Tengo que aceptarlo… Eres más feliz sin mi

Hoy… todo es más claro, todo es más sencillo y más fácil de reconocerlo. Después de un mes lleno de melancolía, dramas y reflexiones tengo que aceptarlo, yo no soy la persona que quieres y ahora eres más feliz sin mi.

Apenas hace dos días te vi y admito que me sigues gustando como cuando te conocí, pero me di cuenta de que eres feliz.

Yo suspendo…

Debo admitir que pasé momentos fantásticos a tu lado y no me arrepiento de nada y aunque sé que esto lo debí haber dicho esto hace tiempo, me di la oportunidad de pensar las cosas, de darme cuenta de lo que pasaba y de tratar de encontrar respuestas.

Ahora lo entiendo…

Las cosas son sencillas y fáciles, son o no son, ¿Para qué complicarlas? No tiene caso vivir en el pasado, en la esperanza o en la ilusión.

¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué lo hiciste? ¿En que fallé? ¿Por qué dejaste de ser feliz?

Preguntas que jamás lograré responder, pero ya no importa, al final todo terminó, no de la mejor manera pero terminó.

Yo no soy la persona que necesitas…

En un principio tenía miedo a perderte, pero no me había dado cuenta que ya te había perdido y no lo quería ver. Ojala en otros brazos encuentres lo que yo no te di y realmente eso espero, porque mereces lo mejor, y solo conociendo, experimentando y sintiendo lo sabrás.

Siempre te he amado y siempre te amaré…

Hoy, comienzo una nueva vida, un nuevo viaje, un nuevo recorrido, comenzar a reconstruir lo que quedó en ruinas, es tiempo de volver a arriesgarse, es tiempo de volver a comenzar…

31 ene 2011

Necesito tiempo… si claro… tómate el tiempo que tardas en llegar a la chingada

—No eres tu soy yo— típico —vamos a darnos un tiempo— más que típico. ¿Por que no buscarse un mejor pretexto? —Sabes que güey la neta quiero andar con otro—. Así de fácil ¿Por qué complicarse tanto?

Lo que sucede es que estoy ardido, enojado y frustrado porque después de mucho tiempo de una relación en la que me encontraba involucrado, terminó en un —No se que me pasa, quiero estar sola—

Esperanzado en que algún día vuelva a llamarme para decirme lo mucho que me ama, escribo estas palabras de ardido, para manifestar mi inconformidad con las mujeres que cambian una relación por un capricho y que no terminan con la verdad, o bien buscan una salida fácil a los problemas en lugar de resolverlos.

Que arroje la piedra aquella que sabe decir las cosas derechas y que ha terminado a un hombre con la verdad. ¿Qué tan difícil es decirla?

Debo admitir que no se si realmente existieron otros motivos por los cuales mi relación terminó, pero dada las circunstancias, al no tener una explicación lógica, con la ayuda de mi sicosis y mis amigos imaginarios he creado mis conjeturas.

Y francamente, confieso que la sigo amando con locura y cambiaría todo por ella, sin embargo, hoy comenzaré a pensar para mi y me volveré un macho egoísta, misógino, patán y no tendré compasión ni amor por alguna otra persona.

Para colmo no se si podría hacerlo… pero sería buena opción, ya que me han arrancado el corazón, lo partieron en cachitos lo pisotearon, le escupieron, lo usaron de tapete y después me lo devolvieron.

Volviendo al tema principal, tratando las cosas con la verdad, realmente ¿conocen a alguien que no mienta?

Todos mienten, para quedar bien con alguien o para aparentar algo que no son o bien
para no lastimar, la verdad hiere, pero mi pregunta es ¿Qué tanto es factible que una relación se lleve a base de puras verdades? Finalmente fracasaría ¿o no?

—Hola mi amor, la verdad no me gusta esa blusa— respuesta —es que ya no te gusto como antes, ya no me quieres igual blablablabla— uhmta… —princesa, estoy muy cansado y me da mucha hueva ir a tu casa a verte— respuesta —es que ya no me quieres ver, buscas pretextos para no verme—

Conclusión: ¡Miente en circunstancias de riesgo!

Ahórrate problemas, miente un poco y no pasará nada, si no terminarás como yo, lamentándote por haber sido una buena persona que dice lo que piensa y terminas siendo el “malo” en la relación, al que nada le parece.

Ok, pero al terminar una relación ¿qué tan bueno es mentir? Supongo yo, que será mejor decir las cosas con la verdad, te ahorrará horas de sufrimiento, litros de lagrimas y sabrás en que fallaste, pero por el amor de dios, no caigas en el típico cliché de las telenovelas.

Ya se que este texto carece de coherencia, y esta lleno de contradicciones pero deberán comprender que es debido a mi estado emocional y al exceso de cafeína ingerido en el transcurso del día.

En fin… terminaste una relación que pensaste que sería para siempre, levántate y vuelve a caminar con la frente en alto, piensa en las cosas buenas que pasaste con ella y sigue tus instintos, si crees que todo ya salió mal, no te preocupes puede ponerse peor.

Si, la sigo amando, ¿y? pero… nada de lo que escriba, hará que regrese conmigo así que, escribo lo que se me viene en gana.